Por el comando conjunto antártico Cocoantar, el Instituto Nacional de Tecnología agropecuaria y la Universidad Nac. de la Patagonia Austral.
FUNDAMENTOS
HONORABLE CAMARA:
La fundación de la Base Aérea Marambio es un hito histórico que nos remonta al 29 de octubre de 1969. Una epopeya de gran trascendencia Nacional, Histórica y Geopolítica protagonizada por argentinos que, viviendo en pequeñas carpas, en una zona extremadamente inhóspita, y contando solo con herramientas manuales, pero mucha garra y coraje, abrieron un surco de tierra en el Desierto Blanco para permitir que aviones de gran porte pudieran aterrizar con tren de aterrizaje convencional. Así fue como los argentinos integrantes de la Patrulla «Soberanía», rompieron el aislamiento con el Continente Antártico, e hicieron de la Antártida una zona de nuestra Patria a la que se puede llegar, gracias a lo cual, viven familias, nacen argentinos y esos antárticos, continúan desde entonces con el mismo esfuerzo y compromiso.
A partir de ese 29 de octubre, se rompió el aislamiento con esa porción del mundo donde antes solo se podía llegar en verano, por vía marítima siempre y cuando el estado de los hielos lo permitiera.
Con ese hito se inició una dinámica distinta en las tareas que se realizan en ese continente, cambiando la forma en que se produce el traslado de personal, apoyo logístico, emergencias, evacuaciones, alternativas de vuelo, apoyo a la búsqueda y salvamento, debido a que se pueden desplazar en pocas horas los medios aéreos necesarios ante cualquier eventualidad sin tener que esperar los días que demanda una navegación al lugar y las condiciones de hielo favorables para hacerlo, que solo se da en épocas estivales.
Desde hace más de medio siglo, la Base Marambio recibe el aporte del personal de las sucesivas dotaciones de la Fuerza Aérea Argentina y actualmente incluye personal del Ejército Argentino y la Armada Argentina pertenecientes al Comando Conjunto Antártico. Desde el primer surco de tierra abierto a pico y pala en el Desierto Blanco, muchos hombres y mujeres han dejado su huella en la Antártida, presentándose con estricta puntualidad en el mes de octubre de cada año para cumplir con la misión de relevar al personal de dotación saliente, el cual retornará a su existencia habitual luego de 365 días de experimentar una en vida en común –en lo personal y lo profesional– junto a un grupo reducido de personas, en el más completo aislamiento y en condiciones climáticas extremas. Ese personal ha mantenido resguardada la soberanía de la Argentina sobre la Antártida y siempre fue por más.
En esta ocasión, lo que pretendemos poner en valor, es un hecho inédito: el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI) de la Base Antártica Conjunta Marambio, comenzó a producir las primeras plantas de rúcula y lechuga de las variedades Morada y Grand Rapid, en el marco de un proyecto del INTA, el Comando Conjunto Antártico, la Dirección Nacional del Antártico y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
El MAPHI comprende un sistema de cultivo hidropónico sin suelo adentro de un contenedor marítimo de 6 metros de largo. Está acondicionado con un sistema de aislamiento de tres capas y con calefacción a base de energía eléctrica para soportar las bajas temperaturas del continente blanco, con máximas medias que en julio pueden llegar a los -11°C y descender hasta los -20°C. El hecho es tremendamente relevante, si ponemos en perspectiva lo que estas investigaciones pueden aportar al desarrollo de hortalizas en medios tan inhóspitos. En ese espacio de producción, se controlan las condiciones de luz y temperatura y se ajustan los parámetros para que sea posible el desarrollo de cultivos hortícolas. El sistema de producción desarrollado es útil en zonas en las que no hay suelo, o cuentan con suelos pobres y en las que el ambiente presenta temperaturas muy bajas o fotoperiodos muy cortos o muy largos, lo que no permite producir en forma sostenida durante todo el año. Es otro paso más en el sostenimiento y cuidado de nuestra Soberanía.
El proyecto nació en 2017, y desde entonces, el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR) viene trabajando junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA). El MAPHI cuenta con un equipamiento electrónico que ha sido diseñado por profesionales de la UNPA – UARG yel INTA, contemplando tanto la disponibilidad local de componentes como así también las capacidades disponibles en el lugar. La investigación demandó 2 años de trabajo contemplando distintos sistemas de luces, calefacción y metodologías de trabajo.
Está organizado en tres pilares fundamentales: un módulo de producción instalado en la Base; un panel de control y monitoreo que informa las condiciones de producción, y el estado del sistema mediante telemetría y un programa de capacitación destinado a los operarios del COCOANTAR. Los insumos biológicos son semillas certificadas y tratadas para garantizar su inocuidad, seleccionadas de manera tal que se prioriza la resistencia a las bajas temperaturas. Las especies elegidas responden a la demanda de alimentos de la base, ya que el objetivo principal de la propuesta es mejorar la alimentación del personal civil y militar de las dotaciones que operan allí.
Nuevamente, el factor decisivo para el éxito del programa, es el compromiso de las dotaciones que se encuentran en la base, quienes serán los encargados de sembrar, cosechar y operar el sistema. Los profesionales del INTA y la UNPA se encargarán del monitoreo remoto, diseñado a partir de datos relevados por un sistema de sensores generan la información necesaria para acompañar en el manejo del proceso productivo. En mayo, el módulo comenzó a dar las primeras verduras frescas, fundamentales por sus ventajas nutricionales si se las compara con alimentos conservados. Una vez que se logre la operación en régimen, se generarán variedades de lechuga, rúcula y perejil para cerca de 80 personas.
Es una investigación que lleva la producción de alimentos a lo más inhóspito del planeta, y que sienta las bases para adaptarnos a los desafíos que nos propone el cambio climático.
Por los motivos expuestos, y sobre los que se podría profundizar aún más, es que solicito a mis pares me acompañen con la aprobación del presente
PROYECTO DE RESOLUCION
EL HONORABLE SENADO DE LA PROVINCIA DE MENDOZA
R E S U E L V E:
Artículo 1°: Declarar de interés la investigación llevada a cabo en la Base Antártica Marambio, por el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), para el cultivo de vegetales de hoja verde en condiciones climáticas extremas.
Artículo 2°: El reconocimiento se hará efectivo mediante la entrega de sendos diplomas de estilo a los representantes de cada institución.
Artículo 3°: De forma.-
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