En pocos días comienza una nueva etapa en mi vida.

Desde que estoy en la función pública, el foco de mis energías estuvo en mejorar la calidad de vida de los Mendocinos.

En pocos días, la tarea ya no será ejecutiva, sino legislativa, lo que es un gran honor por la confianza que han depositado en mí los Mendocinos.

Debo confesar que siento una serie de emociones.

Algo de tristeza al dejar un municipio y un equipo de trabajo con quienes hemos hecho grandes cosas.

Algo de inquietud, propia de todo nuevo desafío, y algo de ansiedad por honrar con hechos y trabajo la responsabilidad que conlleva ser Senador Provincial.

Hay una lista tan larga de gente a quien debo agradecer, que no quiero escribirla por miedo a olvidarme de alguno de esos seres maravillosos con quienes me tocó trabajar.

Sin embargo, no puedo dejar de reconocer la grandeza de Omar de Marchi, que me convocó para trabajar en Luján, y con quien hemos construido una relación profesional, y de afecto y respeto que valoro profundamente.

Gracias a todos!